Experiencias Liberales
NUESTRA SEGUNDA VEZ
Por ello, decidimos repetir. Nuestra segunda vez ha sido muy distinta a la primera. Ha sido en un local distinto, por lo que según entramos decidimos dar un paseo para conocerlo. Como ocurrió en el primer lugar, me sentí mirada e incluso aprobada. Según avanzamos ya había personas manteniendo sexo, otros mirando e incluso gente bailando y tomando copas. Todo en conjunto me hizo sentir bastante cómoda. Nos tomamos unos refrescos y decidimos entrar en una de las salas con puerta. En principio no queríamos estar en una sala común con más personas. Empezamos a besarnos y a tocarnos. Me penetró y hasta ahí bien. Pero empezó a entrar gente y a mirar y a mi marido la situación le hizo perder el ritmo por lo que decidimos parar.
Y ahí es cuando todo lo que he pensado imaginando o soñando me sobrepasó. Lo primero que sentí fueron sus labios chupando mis pezones. No me esperé ese acercamiento de primeras, unas caricias sí, por eso en un principio me tensé y miré a mi marido pidiendo aceptación por su parte, la cual recibí y conseguí relajarme.
Fue raro sentir unos labios y manos tocándome que no fueran los de mi marido, pero me volvió loca. Desde ese momento no pude pensar. Solo era mi cuerpo pidiendo y necesitando más, solamente eso.
Toqué su erección y al notar cómo palpitaba en mi mano solo pensé en ella en mi boca. Se tumbó y me situé encima para chuparla. Me sentí torpe e inexperta. No sabía qué hacer. Se me había olvidado todo. Solo sentía hambre por tenerla dentro de mi boca. Llegó a presionar hasta el fondo y me dejé, sin pensar en las arcadas o molestias que pudiera sentir. Solo me dejé hacer.